El apartamento tiene 230m2, y consta de unas vistas espectaculares, pero las estancias estaban muy cerradas entre sí, y el espacio no acababa de fluir bien. Por este motivo, decidimos mover la zona de día hacia la zona que tenía mejores vistas, y unir así ese espacio sin tabiques que interrumpieron la visión para tener una imagen 180º del espectacular parque. La calidad de los espacios ha mejorado notablemente con este movimiento de piezas.